Despues de un dia lleno de filmar (puedes ver el desordenado estudio), mis hermosas amigas y yo estamos cansadas y queremos descansar. Este perdedor de esclavo sigue aqui a nuestros pies, esperando ser considerado. Mostrame la sola de mi anfibio y de una manera natural y un poco desinteresada ordenamos que lo lame. Asi comienza a lamer las solas de nuestros zapatos mientras nos ocupamos a nosotros mismas. Puedes ver que las solas van de opacas a brillantes, porque estos son los anfibios que utilizamos en nuestra vida diaria y sabemos cuantas superficies sucias han caminado. El perdedor lama todo, mientras nos ignoramos y bromeamos con el, y en el final nos hemos de dar la gana de hacerle comer algunas piedrecitas adheridas a la base del tanque (lol). Ahora solo tenemos que acostarnos y usarlo como apoyo, esperando que las solas se secen de su saliva.