La estudiante femenina no está en el humor para la tarea. El campanillo ha sonado para el descanso, por lo que ella puede disfrutar de su merienda. Está aburrida y se pregunta cómo superar esto. De repente, ve a su compañero de clase plana y verdadero perdedor, y planea algunas diversiones. Llamándolo, tiene a él encogido debajo de sus pies. Comienza a usarlo como su doormat personal, mientras se sienta, limpiando sus solas en ese vientre suave. Luego le ordena tomar sus zapatillas y olerlas desde dentro, mientras ella se sienta sobre él. Eventualmente, le ordena quitarle sus zapatillas y dejar que su cara ole los pies divinos. Él está a punto de tomar sus calcetines y colocarlas sobre su cara. Finalmente, le deja quitar sus calcetines y colocar sus pies desnudos sobre su cara. No puede besarlas ni lamerlas, solo olerlas y sentir su presión. Satisfecha de su acción de acoso, se va, mientras él sigue allí encogido…