Colocé a la esclava en cadena porque hoy quiero darle un buen trato con mi pene. Camino hacia él llevando algunas pantalones de latex rosa y muestro su visión el cinturón. Está asustado, pide que no lo haga y para callarlo lo meto en su boca. Después de que lo sujetó supe, me acerqué a su trasero. Saltó y lo penetré. Está inmóvil, no puede retirarse, solo puede sufrir. Y así continué subiendo y bajando hasta que me separó su anus.