Yo y mi amiga, Blue Angy, somos dos policías sexuales y hemos secuestrado a este hombre que no sabe qué merece hoy. Continúa reclamando inocente, pero sabemos lo contrario. Inmovilizado, sufrirá nuestros tormentos, que consisten en sentarse sobre su rostro individualmente o juntas para quitarle el aire y herrarlo con las tacas de nuestros botas. Su prisión será una tortura o un placer?