Estoy a punto de no poder aguantar mis necesidades. Estoy en apuros, tengo mucho que hacer! Necesito orinar, necesito orinar dije, y no tengo tiempo para agacharme sobre el esclavo que inundan su boca. No pude quitarme mis calzas! Saco, dejo que supe. Luego salgo de allí. Mi culo está ahora encima suyo y mi pequeña orina está muy cerca de su boca. Sale un poco suave, y una pequeña caca cae sobre su nariz. Meto una guante y lo meto todo en su boca. Está haciendo bien, disfruta, pero de repente está en problemas y creo que no va a llegar a tiempo. Le digo que puede vomitar pero si lo hace, voy a hacerlo comer su propia vomita. Mis frutas no se han desechado. Él sostiene, mueve y ingiere todo. Luego le hago sucir mis dedos guantos, sucios de caca, y con la misma mano comienzo a masturbarlo. Su excitación está evidente desde principio a fin. Debe disfrutar comiendo mi caca. Es mi inodoro, un privilegio que pocos tienen.
Más orina, y luego le hago lamer mi culo para limpiarme y como recompensa, y el cogedor cae.
No fue una mala actuación para un regalo pequeño (el tamaño de su pequeño pene está escrito con tinta a mano en su cintura).