Yo y mi amiga mía, Cleo Domina, estamos probando a un nuevo esclavo en el mantenimiento de botas. Es extranjero, así que hablo en inglés y mi amiga habla en italiano. ¿Cómo lo hará? Comienza a besar y lamerlos con tanta emphásis que está hambriento y ansioso por dejar una buena impresión. Pero eso no es suficiente. Tiene que hacerlo más lento y mejor. Lo explico a él mientras lo azoto. La adoración continúa, pero Cleo dice que sintió que usó sus dientes. Verdadero o no, es una buena excusa para azotarlo de nuevo. Él, sumisamente, se disculpa. Sigamos adelante, parece que ha mejorado. Con el adecuado entrenamiento, todos pueden dar lo mejor de sí…