Mi amiga Maestra Gaia y yo nos vestimos hoy en el papel de dos brujas particulares: la poción que preparamos para nuestro conejillo de indias proviene directamente de nuestro interior… Tenemos dos verdaderas vejigas llenas y no podemos esperar llenarle de nuestra orina. Está desnudo en el suelo, simplemente la idea de disfrutar de nuestra nectar ya lo visiblemente excita, pero comenzamos lentamente haciéndole probar nuestra saliva a principios. Después de quitarle las pantuas y me poso directamente sobre su cara para vaciarla directamente en su boca. Mientras Gaia llena un contenedor con al menos medio litro! Dejo el lugar y deja que Gaia comience a vaciar el contenedor en su boca, el esclavo comienza a desacelerarse: estamos llenándolo y su vientre está inflado a pesar de que se justifica diciendo que quiere saborear el dulce néctar… Al final termina todo, nos desplazamos un poco sobre su vientre inflado con nuestros talones y le hacemos terminar en cuatro patas y lamer los restos de la pared.