Este esclavo está demasiado gordo. Parece una matraca de agua, una gelatina! Es hora de endurecer un poco! Con esta herramienta puedes hacer abs y intentar ser un poco más observable. Que queja, dice que hago ejercicios todos los días y está cansado, pero lo calmo haciéndole limpiar mis botas. Están muy sucias, necesitan ser limpiadas. Además, esto es su única comida hoy porque está en una dieta. Las retiro. ¡Comience con las gimnasias! Coloco mis calcetines sucios sobre su cara y deja que huele mientras comienza a hacer abs. La cansancio aumenta con el peso de mis botas reposando sobre su cara… Luego pasamos a la segunda ejercicio: cada abdominal tendrá que besar mis pies, ahora sin calcetines, y tendrá que mantener un registro de sus esfuerzos. Cuando llegue a 50, le doy un descanso, le digo que ha sido bueno y que a este ritmo, al final del año ya no tendrá las características de una panetón.