Tres amazonas y dos caballos que entrenar: solo con duro trabajo estos dos bestias serán dignos de llevarnos por ahí. Iniciamos inmediatamente la sesión de entrenamiento con una vuelta para comprobar la postura. Luego nos turnamos, dos de nosotras en el sillón y la tercera dando órdenes: órdenes y golpes con la látigo para asegurarnos de que la lección quede bien memorizada. Los caballos deben garantizar que las Señoras estén cómodas mientras realizan las curvas y trayectorias que se les requieren. El último test es un test de resistencia: Cleo y Gea se suben ambas a la misma yaca que está evidentemente cansada y a punto de caer al suelo. En conjunto han comportado bien, la recompensamos en el centro pero la entrenamiento no termina hoy, mañana probaremos el trote!