Estoy en la duna de mi amiga Selly y descansamos en los sillas. Ella me mira y propone una buena limpieza de solas. Estoy de acuerdo, parece una gran idea. Además, tenemos negros de sucia. Nosotros los llamamos a nosotros respectivos esclavos. El mío se postra bajo mí como un alfombra, el otro se arrodilla como un perro. Mostramos lo que tendrán que limpiar y no parecen preocupados, en realidad están ansiosos de hacerlo! Así comienza una limpieza exhaustiva en la que laman y sucionan nuestros talones mientras mi amiga y yo hacemos bromas y disfrutamos del tiempo. Finalmente, colocados de cuatro patas, los usamos como apoyo hasta que suena la telefona.