La propia título indica que mi mierda será dividida hoy.
Sí, porque tengo dos perros en la jaula, no uno. Y ambos están esperando a su carcelero para sacarlos y dejarles salir.
El sonido de mis tacones y el varita contra las barandillas los despiertan de su letargo.
Los saco de la celda y los coloco a los lados, cada uno frente a su cuenco. Olfatean mi trasero y…
Es hora de comer.
Perro 1 es italiano, perro 2 es extranjero.
Les asigné los números basándome en el mérito, y a simple vista lo comprenderás…
Acerco los dos cuencos y comienzo a cagar un poco en uno y un poco en el otro. Son culos peludos.
Una vez que me he liberado, y no he dejado nada, los coloco bajo las caras de los dos perros y les ordeno que coman. También los aliento con el zapper, una herramienta que sorprende.
Perro 1 come, estaba deseando hacerlo, tenía hambre y lo encontró sabroso. Se masturba con placer.
Perro 2 se niega. No sé si quiere perder peso porque está gordo o simplemente es un perdedor incompetente. Se queda allí oliéndolo. Idiota, se merece solo insultos.
Eso significará que perro 1 tendrá una doble ración, con la adición de un poco más de mierda, la más asquerosa/deliciosa.
Perro 2 debe mirar y aprender de su compañero perro. De hecho, el mejor uno se comió todo y lamió los platos, y ahora se le permite correrse, pero… en el plato. Voy a hacer que lama todo su semen como la cereza en el pastel.
El tipo gordo vuelve a la jaula, en ayunas y con las bolas llenas. Mientras que perro 1 lo llevo a dar un paseo fuera.