Si has seguido la parte anterior sabrás por qué el ladrón está allí desnudo en el suelo atado… Estoy de regreso ahora, solo fui a obtener el estrapon con el que quiero continuar dominándolo. Me siento sobre su pecho y le meto mi coco en el rostro, intenta resistir pero le presiono los cojones, abre la boca y inmediatamente lo meto mi pene en boca para que me de una buena jawbone. Dos patadas en los cojones y lo vuelvo con su trasero en el aire, realmente quiero saborearlo… Un poco de gel y comienzo a hacerle sexo mientras grita y reclama por misericordia: no tengo intención de detenerme y continúo a hacer sexo con ese ladrón que ahora ha convertido en mi esclavo. No estoy satisfecha, desato el estrapon mientras el dildo sigue en su ano, lo esparrago y empujo con mis pies y manos. Después de jugar bien con su ano prometo dedicarle algún tiempo a sus cojones pronto…