Estoy sentada pensativamente sobre mi esclavo desnudo como un gusano: estoy pensando, me reflejo sobre cómo quiero castigarlo hoy. Luego de la iluminación: es hora de una sesión de azotes agradable. Comienzo con un pequeño palo de madera y algunas paladas con mis manos desnudas, pero él está quejándose: su culo es demasiado delgado, carece de una capa protectora de grasa. Cambio a un largo látigo y ahora sus glúteos empiezan a enrojecer como me gusta, mi nombre es Scarlet por supuesto… Ahora que la carne está roja y inflamada sigo con mis manos desnudas, me gusta sentir el calor de sus glúteos heridos y molestos en mis palmas. Tragicamente para él deja caer el látigo que había dejado en su espalda: lo recojo y le infijo una serie castigadora que recordará por mucho tiempo.