Este esclavo es quite guapo, mi amiga Lily y yo disfrutamos de estimularlo un poco. Nos gusta tormentarlo y tocarlo, su pene se encola mientras lama nuestras piezas. Pero queremos ir más lejos, literalmente querríamos quitársela la vida, tal vez sea una fetichismo suyo y lo llevamos a gozar… Primero aplastamos su garganta con nuestros pies y luego tomando turnos sentados encima de él, quien en el momento está desnudo en el suelo y se masturba a sí mismo. La excitación sube para ambas la esclava y las Señoras, una hermosa armonía se crea, él tiene el privilegio de saborear nuestros olores más intimos y nos llevamos a la orgasmo solo cuando lo permitimos…