La Perrita Escat sufre una cruel humillación a manos de las Reinas Escat. Una y otra vez, la Perrita debe abrir su boca para que las Reinas Escat le espolvoreen sus bocadas con su snot caliente. Pero luego llega la turno de Lady Domi, que debe deshacerse. La boca de la Perrita está abierta una vez más para que Lady Domi pisse y cacique en su hueco de heces. El esclavo debe tragar todo lo que desprende su maestra KV.