Kat se preocupa por su apariencia, se maquilla. Desea encontrar un novio, atraerlo con su nueva imagen. Se postura, admira a sí misma y se encanta con su nuevo aspecto. ¡Qué puta sucia soy! exclama con placer. Toma la mercancía y comienza a jugar con ella, lamiendola y suciciendola. Ella ya no puede estar sin esa sabor desagradable, necesita este sabor sucio.