Mi Kat sucia se cubre de heces de cabeza a pie. Mira con interés mientras yo mezclo más de un litro de orina y heces para ella. Ahora tiene que beberlo todo. Mixión fetidísima y ligeramente viscosa de heces y orina, quizás el mejor premio para la esclava de baño. Sujimiendo el hígado, comienza a beber este líquido fetido en un solo soplo. Bien hecha, me encanta, ha bebido todo hasta el último gotito. Y de repente, una fuente de vomito marrón sale de su boca…