Cuando llegó la Majestad Anna, mi corazón comenzó a latir. Ella lucía increíblemente bien con Su vestido y botas de cuero, las cuales me permitió adorar. Tomó el control de la situación inmediatamente y me dio claras instrucciones. Estaba allí para servirle como Su inodoro, pero debido a que era mi primera vez sirviéndole, solo me permitiría comer Sus regalos desde el suelo.
El derecho de tenerla sentada en un trono por encima mía se debía ganar a lo largo del tiempo.
Cuando llegaron Sus regalos, era una porción grande y sentí MUY suerte y emocionado. Ella me permitió comer todo lo que me sentía orgulloso de haberle guardado dentro de mí con orgullo.
Esta sesión fue increíble. La Majestad Anna tiene el mejor culo del mundo entero y Su desechos inodoros saben hermoso. Realmente espero poder servirle de nuevo y animo a cualquier esclavo a postularse.