La diosa Aphrodite, Lady Lexi y yo desempaquetamos a nuestra muñeca esclava y descubrimos que no tiene nada en sus calzas en todo. Su pene y sus bolas eran tan pequeños que teníamos que buscarlos! El esclavo obtiene al menos una experiencia de lo que es tener bolas gruesas y por eso ahora le damos una infusión de bolas! Llenamos medio litro de solución salina en sus bolas hasta que se volvieron más grandes que las manos nuestras. Por fin, había algo en sus calzas! ¡Qué no es divertido!