Hoy es tu turno, esclavo, comer feces. Así lo resume mi esclava sentada encima de tu cara, preparándose para hacer una merda. Hoy, esclavo del inodoro, comerás feces de mi esclava que comió mis feces y las digerió en su estómago, y mis feces cuando yo quiera defecar. En realidad, comerás mis feces todo el tiempo, porque la esclava hará merda de lo que comió de mi ano el día anterior. Así que mame, ingiera y no quejarse