Nada menos que heces fecales pueden encender mi motor. La noche pasada mi Señora comió mucha mariscos y hoy se deshacerá de todo en mí! Así que eagermemente espero que mi Señora me cague encima de su cara para que pueda degustarlo. Sus gluteos están manchados de heces pegajosas, pero no importa. Coloco mi cara encima y lavo las heces de su culo.