Me encontraba en un sagrado ashram de la India, con el objetivo de aprender las artes del yoga y la meditación. No es precisamente el lugar ideal para producir pornografía escatológica, podrías pensar. Bueno, a mí eso me da igual. 😉 De hecho, me excita la idea de la transgresión que supone.
La dieta en los ashrams me produce gases en abundancia, ya que hay muchas legumbres. Y más legumbres, y más legumbres, ¡legumbres sin fin! Termino hinchada y con gases en mis clases, apretando mi esfínter con fuerza para retener mi oloroso gas. Por fin regreso a mi habitación y tú tienes el mejor asiento para mi liberación gigantesca e increíblemente aliviadora.