Existen dos cosas que me encantan más: dominar a esclavos, haciéndoles abrir sus anuses en grandes agujeros y orinar en sus bocas, alimentándolos mi orina. Orinar por la mañana en la boca de esclavo es un placer, un retoque de alegría para el día. Mi esposo esclavo no me gusta ser mi inodoro y esto me encanta aún más, me apasiona. Fuerte y energético coito con mi favorita gran vibra-on me deja extática. Y las gritos y sus sordidos que acompañan cada fricción me dan más placer y felicidad. A veces puedo realmente ser duro y cruel