¿Verís mi hermoso y caliente pene? Ahora os lo veré en acción. Mi esclavo casto está listo, atado y desprotegido, delante mío. Su anus está listo para mi pene y mostraré merced a él al hacerlo realmente duro. El perdedor gemete en dolor con cada golpe, pero no tiene que ser así. Solo lo silenciaré gagando su boca mientras sigo haciéndolo!