La hermandad tiene a un novato a bordo y necesita ser iniciado. Esto significa dejar que las hermanas universitarias lo dejen hacer lo que quieran con él, sin preguntas. Para ellas, esto es la oportunidad perfecta para celebrar su anual fiesta de orinas, en la que se alinean y orinan sobre la cara desafortunado. Su cabeza y cara estarán inundadas de orina y tendrá que aceptarla o ser expulsado de la fraternidad.