No hay nada como deshacerse en público y ella no se preocupa por quién la ve. El hombre del vecindario la sorprendió mientras deshacía algunas heces, por lo que ella le invita a casa para café y charla. Ella seduce a él tocándole su pene y a los pocos minutos ya está en el suelo listo para hacer su mandas. Ella hace que lame su anus mientras ella le sujeta el pene a fondo. Después de algunos minutos, ella deja caer heces directamente en su boca, las hace comer hasta el último mordisco.