Escuadrándome con los Kettlebells me hace defecar. Siempre ha sido así y siempre será, por esa razón trabajo en casa y no en el gimnasio. He encontrado que los gerentes de gimnasios desaprueban tener a las personas defecándosese en el salón de pesas. Aquí, en mi departamento, puedo solo defecar en el suelo y seguir adelante.