Siempre parece ser el inodoro de Cassie el que se daña, ¿verdad? 😉
El fontanero está en la casa y estoy nerviosa y desesperada, así que le pregunto si puedo por favor usar el baño. Él dice que solo puedo orinar porque todavía está dañado. ¡Qué vergüenza! Entro y me siento en el inodoro y trato de orinar quite porque sé que está esperando justo afuera. ¡Estoy tan avergonzada! Incluso solté un pedo fuerte y apestoso accidentalmente y traté de alejarlo para ocultar la evidencia. No creo que pueda contenerlo, oh no!
Empiezo a cagar! ¿Qué voy a hacer? No puedo esconderlo. Miro en el inodoro y es enorme y apestoso. ¡Estoy nerviosa y el fontanero sigue preguntando si todo está bien a través de la puerta con mis respuestas cada vez menos convincentes!
Saqué el popo del inodoro, lo olí y tal vez pensé que podría ponerlo en la basura y sacar la lata sigilosamente, pero ¿estará demasiado apestoso? Ahí es cuando me pillan oliéndolo.
¡Veamos a dónde vamos a parar! ¡Aviso! ¡Podría tratarse de una manoseada de un excremento y un recuento de eyaculación 😉