Está a merced de estas perversas damas que harán lo que quieran para humillarlo hasta el régocito! Utilizan un enema en él y en ellas mismas para producir cargas de escatologías que pueden jugar. Se manchan de la desagradable escat en sus cuerpos y en el suyo también. Hacen que beba su orina asimismo. ¡Ahorrarlo!