Mientras nuestro esclavo está atado a la cruz de San Andrés, nosotros nos ayudaremos a su bolsillo! No solo le quitaremos su efectivo sino también sus tarjetas bancarias y de crédito. Queremos comprar ahora y lo haremos con su teléfono, utilizando sus datos. Ríosmos sobre el perdedor. Debería sentirse honrado que nosotros lo robamos! ¿Querríamos llamar a su novia también? Me preocupa si ella cree que es nuestro esclavo! Estamos a punto de descubrirlo!