Repliegues a la esclava hasta un punto cerrado con papel plástico saran, como si fuera algún tipo de desafío de supervivencia, y la dejas en el armario a cocinar. Sufriendo, claro. Despues, la sacas y la amarras firmemente en la cama, para que no pueda moverse ni un dedo. Y entonces, es hora de comer.
.
Primero viene mi Orina, luego las Heces, sin escapatoria, sin interrogar. Solo tiempo de comer. La hembra no tuvo otra opción que ingerirlas por completo, convirtiéndolo en un baño. Considérelo rehabilitado!