Mi esclavo acabó de visitarme para rendir homenaje a mis calientes y sexys botas! Puede lamerlas según le guste y disfruto verlo haciéndolo – y ofenderlo! Es un largo tiempo que no estaba permitido tocar mis botas, pero hoy puede satisfacer sus deseos más profundos! Después de esto, también doy unas cuantas pasadas a mis calientes botas de rodilla – y tú quieres tocar tu pene también!