Este locura de este hombre no podía crecer más, pues Miss Amy se sentaba encima de su cara con su hermosa culo. La única cosa que podría aumentarlo fuera tener a las dos deliciosas culas a la misma vez – pero no había traído suficiente dinero para ambas. Así pues, Miss Amy se sentaba encima de su cara con su vestido corto y sexy, mientras yo tomo centenas de fotos de su hambriento rostro mientras ella probaba cuánto tiempo podía soportar la presión calida debajo de sus retoños sin aire fresco. Está paralizado de todos modos. Las fotos que tomo hablan más que palabras, y están todas para su esposa si no paga las sumas adecuadas! Si quiere mantenerlo un secreto, tendrá que pagar con todo su dinero… de lo contrario, pagará con su matrimonio! Claro mensaje para nuestro gusano, supongo.