Estos malvados tienen a su mascota, está suficientemente obediente para su entrenamiento hoy. Les toman turnos en torturarlo con las agudas taloneras de sus zapatos. Cada uno da una satisfacción sonriente al escucharle gemir en dolor antes de hacerle probar su púbis un poco y luego orinar encima de él, luego manteniendo su cabeza para que suorre el suelo con la orina que faltó de sus púbis!