Hoy, mi cebo, mi inodoro vivo, goza mucho. Termina su abstinencia hoy. Le prohibí masturbarse durante casi un año, y debido a este juramento de abstinencia, no debía tener peluca cortada. Tomé una afeitadora eléctrica, le raspeí todo el pelo y raspeé con espuma. Ahora está limpio y desnudo. Abra tu boca, la voy a entrenar tu garganta profunda. Ahora vas a sucionar. ¡Sí, así me gusta a los esclavos sexuales y a las esclavas femeninas en garganta, plantar mi estrope en ellas hasta la base. ¡Venga, toma todo, ingiere espuma, quiero tu boca de inodoro comer todo lo que se le introduce! Estoy haciéndote de una verdadera inodora, aceptando todo.