Otra entrega de nuestra famosa sesión de entrenamiento de vómitos en la que tenemos a un esclavo que se va acostumbrando lentamente a la fina arte de la consumición de vómitos gracias a que se le pisa la comida bajo los pies de su amo. Es ordenado limpiar los zapatos de su amo con la comida indigesta antes de ser ordenado a arrodillarse y esperar… una vez que su amo está listo, se acerca y le delanta un chorro constante de heces frescas en la boca, llenándola hasta que comienza a salir por los lados de su cara. En el final, está totalmente cubierto de heces que se extienden por su rostro. Solo los esclavos más bien entrenados podrían tomar y consumir una carga tan masiva como ésta!