Aún intentando negarse a comer las deposiciones de su Señora, le da más azotes antes de romperle el deseo y él se rindió mientras ella le pisaba con su talón agudo.
Él comía renuentamente, pero claro que debía terminarlo todo. La Señora aún no estaba satisfecha con él, recogió el platillo y le derramó por la boca hasta que lo hubo terminado!