¡Qué hombre, otra vez he comido demasiado de estos dulces sin azúcar laxantes. Con uno de esos en la boca, una lollipop, me llevo rápidamente al baño. Mi último flatulento no fue seco, y había más por venir. Te dejo ver el desastre. Me doy la vuelta y te hago ver cómo mal me he metido. Mi estómago ruge y vemos a mí agarrándome y groanando al soplar fuertes y suaves flatulencias y heces de diarrea. Disfruto de mi lollipop laxante en el medio. Me levanto entre para mostrarte cómo sucio está tu ano y el baño. Luego siento que necesito más poquito más, así que me siento y más heces salen. Finalmente te muestro cómo mal ha quedado el interior de este elegante baño. La diarrea está por todas partes. ¡Qué olor, ¡qué fuerte! ¡Vamos a comer más dulces!