En ese día, la dominatrix no mostraba mucha bondad y decidió darle un paso adelante para molestar aún más a su único esclavo! Para el almuerzo, ella agarró un gran contenedor y se arrojó repetidamente el vomito hasta que estaba lleno de él! Por entonces, ya no desperdiciaba más tiempo y vertió sus contenidos en su boca, asegurándose de que cada gota fuera ingerida hasta que quedó vacío!