Mi hermosa, mi Angela, llena de heces en todos los orificios, en boca, en nariz, en orejas. Inhala el olor de mis heces. No me permito tragar mis heces, quiero que disfrute de todos los placeres de saborear y oler. Hoy vamos a jugar. Anillo en el culo, suspensión, mantente derecho y estable, en punta de pie. Ahora no movas, o querré quemar tus cabellos por todas partes. Cera, fuego y hielo, mugiriendo, gemiendo, pero no tragues mis heces! Te las comerás más tarde, muchas más.