Ahora es el momento de comer y degollar. Por fin, Domi desea defecar. La segunda heapa de mierda es agradable, suave y cremosa. Puede ingerirla sin masticar. Ambas Señoras vomenitan aún en su boca. En varias ocasiones, el esclavo tiene que ingerir el vómito. Y ahora lama los sálamos de las toallas. Al final, obtiene una gruesa bolita de Kimi. Ella coloca los sálamos lentamente en su lengua. Después, cierra su boca para masticar el sálamo, disfruta del sabroso sabor salado en su lengua.