Cada mañana despues de levantarme, mi esclavo de casa prepara mi desayuno y el café. Pero hoy quiero que mi esclavo tenga el gran honor de comer conmigo (normalmente a este punto lo envío a sus cuartos de sirvientes).
Hoy quiero que mi esclavo coma desayuno contigo…
Permito que me disfrute de las primeras mordazas de mi desayuno, mientras mi sirviente se agita con la pregunta: ¿Qué comida servirá a mi Señora?
Al instruirlo que traiga una plato y que se postrara bajo mi trasero desnudo, una sospecha surge en mi sirviente. Mientras me siento en la silla con mi trasero desnudo, música de Vivaldi excitante suena. Mi esclavo comerá mi divina heces para el desayuno. Le doy la gracia de deshacerme en su plato. Luego le ordeno que se coma mi heces con sus dedos.
Disfruto de mi muesli con fruta fresca y leche de almendras, mientras ordeno a mi esclavo que coma mi heces con las manos. Solo después de que haya comido todo, me muestro satisfecha.