Esta esclava sabrá ser adecuada para hacer la alfombra de nuestro trono? La probamos pisándola. Le damos algunas patadas, algunos golpes leves, pero lo principal es subirle el garganta. Debe tener una buena resistencia para satisfacernos, debe saber dosificar su respiración. Además de soportar nuestro peso, en realidad, será su trabajo sucir nuestos dedos para masajearlos y mantenerlos hidratados. Una alfombra multifuncional!