Ayer asistió a mi fiesta de cumpleaños el inodoro para servir a cuatro mujeres, comer nuestra heces y beber nuestra orina. Y hoy por la mañana, me he sacado la revancha y he depositado una gran pila de heces en sus labios, casi quebrando el hueco del inodoro. Pero nada, he ayudado, le he alimentado pieza a pieza. ¡Sé gratos, puta, que te alimento con mis manos! Sabes que esto solo es un calentito. Este tiempo comiste todo la heces de mi casa durante tres días, la próxima te dejaré en mi inodoro durante dos semanas. Y comerás lo que sale de mi anus y de cualquiera que quiera, día tras día. Nunca has comido tanto basura antes, pero comerás aún más.