Antes de dejar a sus padres, esta puta de inodoro aún no pudo resistir, se deshizo de muchas heces y empezó a mancharse. El olor y el sabor de las heces la excitan, la enganchan, se mancha, lama sus manos, come y sabe la heces, masturba sucia. Su libido y atractivo por las heces están fuera de escala, ahora ella no puede vivir sin ellas, come y cumple con las heces y en ellas, ahora siempre será una puta de inodoro.