Ahora te iré a follar, chaval, primero con mi puño, luego con mi gran pene, que tu anus se vuelve una tela hundida. ¿Qué eres tú, chaval, diciendo, que mi pene es menor para que me dejes? Las ofertas de maricones no son aceptadas. ¡Mira, cómo mis lamentos suelen, el spermatozoide cae del pene, está agotado de haberlo fistrado, quiere cumplir! ¿Qué dijiste? Te voy a follar hasta que lo pidas, y sabes lo que quiero. ¡Sí, eso es correcto, cosiendo en tu boca! He estado deseando hacerlo durante mucho tiempo, ¡qué relieve! Tu pene está erecto debido a mi heces en tu boca. Aún logré mi meta, ahora mi esclavo-marido no solo es un maricón llorón, sino también un inodoro.