No puedes esperar suciar mis botas. Sobréstate y listo. Comenzarás a lamer ahora, sirviente de botas, y no podrás cumplir hasta que mi contador llegue a cero cero. Por entonces, toma mi tacón largo profundo en tu boca y sujétalo adecuadamente. ¡Entendido, esclavo?! Sucia y lama mis botas ahora!