Mi esceta es mejor que la tuya, le dice a la chica otra. Hay una forma de saberlo, dice la otra chica. Así que se postran sobre el elegante piso y ejectan la mejores esceta que pueden producir en el momento. Recogen la esceta del suelo y la comparan por olor y consistencia. Se dirigen a ti y te hacen decidir quién tiene la mejor esceta en el habitación.