Hola, perdedor. ¿Puedes adivinar a quién estoy hablando?
Mi culo ha never looked más sexier que desde abajo, mirándose desde debajo de mi falda corta de cuero. Tú verás la vista de un esclavo. Tú masturbarás sin respeto a ti mismo mirando mi perfecto culo mientras pongo mis talones en sus testículos. El esclavo tiene que inclinar la cabeza para llegar su lengua hasta mi anus.
Cuando mi anus ha sido suficientemente relajada y expandida por el esclavo, dejo caer una esplendida heapa directamente en su boca que se llena y pila encima de su cara. Desmonté y me acerco a mirar al esclavo mientras lo animo a vaciarse.
Después, la cámara se dirige directamente a mi cara mientras yo miro frio y sin piedad hacia el inodoro y ordeno: Come mi merda, esclavo. Tú masturbarás furiosamente -puedo casi oír tu pequeño pene a golpear ahora- mientras miras pitilosamente a la criatura que lucha para comer mi desecho. Tú miras a mis ojos masivos marrones, a mis lujosas labios rojos llenos. Abandones la esperanza mientras te rindes a satisfacerme degradándote.
Utilizo el papel higiénico y mi botas para empujar la merda hacia la garganta del esclavo. Tiene que consumirla realmente. Puedes verlo trabajando por la sonrisa en mi rostro. El esclavo lucha para respirar bajo la brillante cuero de mi botas.
Regreso a mi trono para poner mis talones sobre su penis y testículos peludos (demasiado masculinos, he decidido despojar al esclavo de tales signos de masculinidad) y darle algunas palizas.
Desde que has disfrutado la vista de mi esclavo, debes vivir según las mismas reglas que hago para él. Termina de masturbarte y una vez que hayas esparcido tu suciedad, lámalo como un buen esclavo.