Llega a su cita. Está vestido de latex y Miss Kasha y yo le colocamos en nuestra silla ginecológica. Se le pone una máscara de anestesia sobre el rostro, se conecta el saco de respiración y ahora está completamente a nuestras órdenes. Pero no hemos terminado con él: su dura verga es perfecta para cateterizar! Para impedir que el paciente escape de nosotros o se agite, está completamente fijado a la silla ginecológica para la colocación del catéter. Ahora tenemos el control de su respiración y de su orificio urinario! Esta es una visita clínica que nunca olvidará!